Club nocturno "Sharek" (Con iguanas)

[Club Nocturno Sharek con iguanas. Patrocinado por Pandora por
influencia de Break y con el apoyo económico de la familia Rainsworth,
atendido por Rufus Barma donde sirven jugo de uva hecho por el tío
Oscar.]

Cuando el ocaso hace su aparición y la noche comienza a cubrir cada
rincón de la ciudad, un lugar sobresale de los demás. Un singular
edificio, a simple vista acogedor y llamativo; un lugar donde las almas
en pena se reunen con el solo motivo de olvidar... olvidar el dolor;
olvidar el pasado; olvidar lo que consideran prudente olvidar. El club
nocturno "Sharek" abre sus puertas a todos aquellos elegidos de la
noche que se acercan a éste con un motivo en especial.

De frente a la acera se alza el gran edificio, de estilo lombardo con rocas a lo largo y ancho de la puerta de un gris rugoso. La puerta ancha y alta de madera antigua y pesada con una figura de iguana grabada en plata al centro de ésta. Al lado una fina campana cuelga de la enredadera de un rosal. Algunas cintas cuelgan de la puerta con algunos letreros: [Prohibida la entrada a gatos][Baskervilles pagan doble][No estacionar carretas frente la entrada] entre algunos otros. Sobre la puerta, un gran letrero con la leyenda "Sharek" ilumina las penumbras del la calle.

Una vez autorizada la entrada por las dos enormes avestruces que custodian la puerta, las puertas se abren al individuo, revelando así el acogedor interior del lugar. Del mismo estilo medieval en las paredes, adornadas con varios espejos de marcos dorados, los cuales algunos muestran distorsiones del lugar, efectos confusos e incluso imágenes un tanto borrosas. Uno de los espejos, más grande que los demás, colocado en un lugar estratégico muestra una singular chain con la figura fantasmagórica de la voluntad del abyss, atrapada del otro lado con incoherente habilidad de contestar preguntas de cualquier tipo (incluyendo problemas existenciales sobre belleza y le sube el ego a Sharon-san. Advertencia para Break: Uno de cada 3 espejos está destinado a tragarte y expulsarte por otro a su antojo si te acercas.)

Las paredes iluminadas con antorchas encendidas, dándole un aspecto cálido al interior. De lado izquierdo la orquesta entona las melodías del OST (y a media noche se abre el karaoke con los characer songs(?)). La barra de bebidas se encuentra al fondo, de caoba fina adornada con molduras de plata y una que otra iguana caminando por ésta sin prisa alguna. Detrás de la barra el inexpresivo Rufus Barma limpia una copa con una fina servilleta de tela perdido en sus pensamientos sin la menor intención de atender a nadie. El tío Oscar lleva una gran caja con botellas recién salidas del almacén, con la mejor de sus cosechas.

Las mesas acomodadas uniformemente en el lugar se dividían en tres zonas: Zona de fumadores, Zona general y zona de fantasmas. Al centro de todas las mesas hay un amplio espacio como pista de baile con algunas iguanas caminando por ahí.
[Sean libres de añadir cualquier cosa]
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A pesar de la hora y del frío clima, se encontraba sentado al fondo del lugar, donde las antorchas no iluminaban demasiado. Con los brazos apoyados sobre la mesa y la mirada baja sostenía una copa con un poco de jugo restante. No sentía ánimo alguno de moverse, todo lo sucedido le recorría una y otra vez por la cabeza reviviendo infinidad de momentos de todo tipo; dolorosos, alegres ... sonrió levemente con tristeza bebiendo el último trago de su copa.

[OFF: Wiiiiiiii Club nocturno con iguanas xD me encanta la descripción, cuando comencé a leer parecía como de lugar vampirístico(?)]


En realidad, buscaba cualquier cosa para distraerme de todo. No era justo, nada, nada lo era. Vagaba por ahí en la noche buscando un sitio para ahogar la pena, y encontré a las avestruces y en seguida el letrero de "Baskervilles pagan doble" saltó a mi vista. Registré mi billetera, dándome cuenta de que tenía lo necesario más no lo suficiente como despilfarrar y miré hacia los demás lados de la calle. Desierto. Esta cosa era lo único abierto.
Daba igual, si iba como Echo no pasaría nada. Y si descubrían algo, tenía la capacidad de controlar al dueño o a quien sea, y entré por entre las avestruces que me dieron la entrada.
Iguanas por todo el lugar. Bonito, era. Vi a lo lejos un hombre, no lo reconocí por la poca luz que había hacia allá, llegué hacia la mesa contigua, que estaba iluminada y pedí un jugo.
Al ver que el pelirojo no se movía, me levanté, tomé la jarra que estaba en la barra y me serví un vaso laaaargo de ese líquido que no parecía ser lo que era. Puse un pitillo y tomé la mitad del jugo de un sorbo.

Empecé a llorar en silencio dejando escapar algunos sollozos... Que bien que el lugar estaba casi vacío. Miré hacia la otra mesa, por alguna razón, me parecía familiar aquel tipo.

Caminaba por las calles sintiendo el peso del mundo sobre mis hombros. Y cuando vi el único lugar que parecía dispuesto a recibirme me acerqué. «Baskervilles pagan doble» Suspiré pesadamente, ¿Que posibilidades había de que alguien estuviera enterado de lo que tenía dentro de mi ser? Y esperando no pagar de más por algo que no había precisamente elegido entré en el club nocturno. No sabía si tenía edad para eso, pero no importaba. Miré el lugar, habían algunas caras conocidas y unas cuantas iguanas me dieron la bienvenida. Me acerqué a las mesas luego de pedir un vaso de jugo que el tío de Oz-kun me sirvió. Y me senté a unas dos mesas de una figura sollozante y para mi sorpresa, a menos de un metro de quien había querido eliminarme...

-Ernest-san...- saludé entredientes maldiciendo mi suerte. No, de seguro que era un error. Mi deseo era volver a ver a Elliot, no a... su hermano mayor. Y bebí un largo trago del jugo que no parecía tan solo hecho de uva.


Off: Ps: Nota: (?) Este es el Reo.. después de ya saben que y ya saben cuando (?) ha.